miércoles, 14 de noviembre de 2012

Diferenciación positiva para hombres


Hola amigos, hoy os presento este nuevo artículo en el que trataremos la diferenciación positiva.

¿Qué es para nosotros la diferenciación positiva? Es, ni más ni menos, y como su propio nombre indica, diferenciarnos del resto de la sociedad de una manera que refleje que tenemos intuición social y nos aventuramos a rozar el límite entre lo “políticamente correcto” y lo hortera, ya sea en actitud o en apariencia.


La intuición social se define como aquella capacidad que tenemos de adecuarnos a las normas sin destacar de una manera demasiado extraordinaria, es decir, no llamar la atención por algo políticamente incorrecto y adecuarnos al entorno que nos rodea. Por ejemplo, no tener intuición social sería aparecer en un garito lleno de hippies con traje, corbata y teniendo una actitud nazista. 


Desde unos sitios se nos dice que debemos no destacar, no salir por encima de la media, no decir una palabra más alta que otra o, simplemente, pasar desapercibidos. Desde otros, sin embargo, se nos dice lo contrario, que tenemos que ser la nota discordante, que si unos hacen una cosa nosotros debemos hacer totalmente lo contrario para “desmarcarnos” y no pertenecer en absoluto a la masa. Bien, ambos puntos de vista son interesantes y diferentes entre sí. Yo ofrezco una alternativa, y es rozar la línea, el límite entre ser totalmente opuesto y ser de la masa.

¿Qué es mejor, ser ese tipo que está totalmente en contra de todo o ser aquél que, a la vez que pertenece a tu grupo tiene su “toque” de carisma y es genuino? Yo, desde luego, prefiero esto último.

Y en esto precisamente consiste la diferenciación positiva, en ser un tipo carismático que destaca no por su actitud opuesta al mundo, sino por mover una masa de gente desde dentro. Ser un tipo al que no le importa lo que piensen de él pero que a la vez tiene intuición social y sabe adecuarse al medio siempre con una actitud congruente consigo mismo.



                         Diferenciación positiva en la vestimenta

¿Cómo enfocamos esto a la seducción? Podría poneros multitud de ejemplos, pero el que más rápido me viene a la mente es el del pavoneo.
Pavonearse es llamar la atención mediante algún tipo de vestimenta que no deje indiferente a nadie. El ejemplo típico es Mystery. Un tipo con sombrero raro, abrigo raro y gafas raras. Todo muy raro, cualquiera diría que no sabe adaptarse al contexto en el que se rodea. Sin embargo, es congruente con su personalidad misteriosa y extravagante.

Yo puedo vestir como Mystery, puedo pavonearme como Mystery, pero no soy Mystery. Por ello, se me verá forzado y antinatural al no ser este tipo de vestimenta congruente con mi personalidad. Como he dicho antes, también hay que tener en cuenta en el contexto en el que nos movemos. Yo no puedo ir a una boda vestido como Mystery. En carnavales igual sí, pero en una boda no es congruente.


Esto lo digo porque he visto gente que por el hecho de “desmarcarse” y “pavonearse” lleva sombreros, camiseta de tirantes y deportivos para entrar en una discoteca con clase. Esto estaría bien para ir por la calle un día de verano pero por favor, tened en cuenta el contexto en el que os movéis.
Que no os vendan la moto de que lo importante es estar cómodo con uno mismo y ya está. No. Eso es cierto en parte. Lo importante es estar cómodo con uno mismo y en congruencia con la situación, si bien es cierto que podemos dar pequeños toques de diferenciación a nuestro aspecto.

Muchos pensaréis que lo que estoy diciendo es una bobada, pero pensadlo. ¿Cuántas veces habéis visto a alguien que estudia seducción vestido de una manera hortera? Porque yo los he visto muy a menudo. Eso queda vistoso, pero demuestra que no tienes intuición social; y precisamente una de las actitudes del hombre magnético es que sabe en qué ambiente se mueve y cómo tiene que actuar para adecuarse al medio a la vez que es diferente de una manera positiva. Para llamar la atención por nuestro aspecto o vestimenta podemos recurrir a accesorios discretos pero que nos dan un toque de distinción por encima de la media. Los que me conocen saben que cuando salgo me gusta mucho llevar americana o traje. Un elemento que te diferenciará positivamente sería llevar corbata, pero no de cualquier color. Una corbata roja servirá.

Por lo general, para diferenciarnos positivamente en la vestimenta el color rojo suele ser muy adecuado, porque el rojo despierta instintos de pasión y actividad. No lo digo yo, lo dice no sé quién en el estudio no sé cuántos.
Así por ejemplo, si salimos de noche a un ambiente informal podremos llevar vaqueros, un polo de color rojo (que no sea fluorescente por Dios) y una chaqueta negra, además de unos zapatos sport. Si vamos a una boda no podemos ir con una camisa por fuera de los pantalones, vaqueros y zapatos. Qué mínimo que ir con un traje bien puesto pero llevemos algo diferente y sutil a la vez, como una pulsera que tenga cierta historia o un reloj diferente (los Casio de mercadillo no cuentan).


Ante todo, tened intuición social. Se puede desarrollar perfectamente, como la observación o la cualificación, es una habilidad más. Vestiros bien no cuesta ningún trabajo y os mejorará la presencia notablemente.
Por último, deciros que una vestimenta acorde con el contexto en el que estáis transmite más empatía con la chica que tenéis delante que si vais disfrazados de personajes pintorescos. Es más fácil empatizar, y por tanto ser seducido, por alguien afín a ti.


En resumen, diferenciación positiva en la vestimenta: vestir acorde a la situación estando cómodos con nosotros mismos pero dándonos un aire sutil de diferenciación en los accesorios o en la ropa. Ello nos diferenciará positivamente a la par que transmite que somos tipos empáticos.

  




  


                          Diferenciación positiva en la actitud

Este punto lo hemos ido trabajando en los diferentes artículos hasta ahora. Básicamente es tener una personalidad carismática y ser un hombre, o mujer, con unas habilidades empáticas y asertivas. Una cualidad que nos diferenciará positivamente en un ambiente festivo es, simplemente, sonreír. Como decimos aquí: no hay nada más atractivo que una persona feliz.

Con esto nos referimos a que si logramos transmitir e irradiar una felicidad poco común en la gente normal, seremos más atractivos y nos sentiremos mejor con nosotros mismos y con el entorno. Sonreír libera endorfinas, que básicamente es la hormona de la felicidad. Si sonreímos, seremos felices.

Pensadlo: ¿cuántas veces salís de fiesta y veis chicos y chicas sonriendo de una manera genuina? ¿Cuánta gente irradia felicidad y diversión por dondequiera que se mueva? Muy poca, os lo aseguro. Las máscaras sociales están muy presentes. Los chicos van en plan baboso y la mayoría de las chicas van en plan acelga, a no sonreír cuando nos acercamos a conocerlas. Esto es algo normal, por tanto, rompamos los esquemas. Seamos nosotros los que nos diferenciamos transmitiendo un buen rollo y una sensación de constante felicidad, que los demás ya se encargarán de averiguar de dónde procede esa actitud tan atractiva.

No podemos tener alta expectativa y esperar que una chica nos siga el rollo si nos acercamos con una actitud deprimida y carente de sonrisas. Debemos exigir lo mismo que ofrecemos: si ofrecemos buen rollo, diversión y ganas de pasarlo bien y conocer a esa chica, podremos exigir que ella nos ofrezca lo mismo siempre con intuición social, con alegría y buen rollo. No sería congruente con nuestra personalidad carismática enfadarnos o reaccionar de manera negativa ante un breve rechazo que hayamos sufrido. Recordad las máscaras sociales: la inmensa mayoría de las chicas se siente mejor si antes de avanzar nos rechaza un poco. Tomémoslo como parte del juego de la seducción y, cuando avancemos, no le reprochemos su rechazo anterior. Tengamos en cuenta su actitud y lo que subcomunica, no sus palabras.

Nada más que por el hecho de ser un tío cojonudo, con alegría, feliz y que encima no reacciona de manera negativa y le da igual el rechazo, ¿creéis que esa misma chica querrá rechazarnos de manera definitiva? Nadie en su sano juicio rechaza la oportunidad de pasar un buen rato junto a alguien divertido que nos aporta felicidad, ya sea de una manera u otra.

No nos confundamos, no hay que ser un payaso. Todo en su justa medida. Si una chica te está hablando de la muerte de su gato y que su novio la dejó ayer, no te vas a poner a soltar frases arrogantes y con humor. Ahí tendremos que hacer uso de la empatía con frases como “¿Cómo te sientes tú?”. Parece simple, pero nadie usa esa frase. Esos pequeños detalles son los que nos diferencian positivamente ante otras personas con las que nos encontramos y nos darán una puntuación extra para sentirnos mejor con nosotros mismos y ser felices. Esto es así, si haces felices a los demás, serás más feliz tú mismo.

Por último, me gustaría hacer especial mención al lenguaje. Yo siempre he insistido en que el lenguaje está para usarlo, que el hablar de manera diferente transmite sensaciones diferentes. Podemos usar el lenguaje para diferenciarnos positivamente al ser muy específicos. No caigamos en el error de hablar como un “cani” o “garrulo”. Tampoco vamos a hablar como en el siglo XVI, ambas cosas serían horteras. Hablemos correctamente. Hoy en día se valora, no sólo en el mundo de la seducción, la gente que habla correctamente y encuentra palabras genuinas para describir situaciones o sentimientos de una manera muy precisa. Esto viene especialmente mencionado en el artículo de cualificación.



En resumen, diferenciación positiva en la actitud: Características del hombre magnético, además de la empatía y la felicidad que debemos tener por ser unos tíos y tías cojonudos, y usar correctamente el lenguaje para transmitir sensaciones diferentes.



Recordad, por el sólo hecho de querer mejorar vuestras habilidades sociales se os desarrollarán automáticamente algunas como la empatía, la observación, y sólo el hecho de ser así ya os diferencia positivamente de la mayoría de la masa.






El próximo artículo será acerca de cómo gestionar una cita.


Un abrazo.


Fénix Fire

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